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¿Te gusta la jardinería? ¿Ya tienes entre tus plantas favoritas a las suculentas? Seguramente que ya has disfrutado de la emoción de cultivar estas hermosas plantas que requieren de muy poco cuidado pero que nos deleitan con su belleza, resistencia y originalidad.
Las plantas suculentas reciben este nombre porque tienen la propiedad de almacenar agua en sus estructuras como las hojas y el tallo, por lo que éstas se ven generalmente como estructuras gruesas y turgentes, es decir, suculentas.
Esta propiedad las hace muy resistentes y tolerantes a ambientes secos y con poca humedad, lo cual es una gran ventaja pues podemos cultivarlas en ambientes externos sin tener que dedicarles cuidado constante. Además de esto las suculentas se presentan en una gran variedad de formas y especies muy llamativas, muchas de las cuales pueden dar hermosas flores.
Entre el grupo de suculentas con flores hoy queremos presentarte a la llamada hoya carnosa, también conocida como planta de cera, flor de nácar, flor de cera y cuerda hindú.
Esta hermosa y llamativa planta suculenta debe su nombre a la exótica y bella inflorescencia que da, la cual llamará tu atención por lo que desearas tenerla entre tus plantas de jardín y querrás animarte a cultivarlas.
La hoya carnosa es una suculenta apta para cultivar tanto en jardines externos como en ambientes internos. Es una planta arbustiva de tipo trepadora que puede vivir muchos años, por lo que es de fácil cultivo.
Sus hojas son carnosas y de un color verde intenso mientras que las pequeñas flores que conforman su inflorescencia son de color blanco o rosa claro y tienen el centro de un intenso color rojo vino.
Las pequeñas flores con aspecto ceroso se agrupan en forma de paraguas y dan origen a una especie de semiesfera. Estas inflorescencias duran un largo tiempo en la planta y emanan un aroma que perfuma el ambiente sobre todo en horas de la noche.
Cómo cultivar hoya carnosa
Aunque la hoya carnosa puede cultivarse tanto en exterior como en ambiente internos, generalmente se prefiere hacerlo en un ambiente interno ya que se utiliza sobre todo para destacar un corredor o un rincón. Sin embargo, si el ambiente es cálido casi todo el año puedes cultivarla sin problema en jardines externos.
Para cultivar esta planta hay varios factores que debes tomar en cuenta para que siempre estén hermosas y sanas y puedas disfrutar de hermosas flores. Aquí te presentamos estas recomendaciones generales para que tengas el mejor éxito en tu cultivo de hoya carnosa:
- Luz; debe recibir una buena dosis de radiación solar al día pero no de forma directa ya que los rayos solares pueden afectar el tamaño y color de las hojas. Lo ideal es recibir los rayos del sol en las primeras horas de la mañana ya que esto estimulará la floración de la planta.
- Riego; como en sus hojas gruesas acumula agua no es necesario regar con frecuencia. Como norma lo ideal es regar más en verano que en invierno y siempre estar atentos a que la tierra tenga un buen drenaje y no se encharque ya que un exceso de agua causa que las raíces se pudran y la planta muera. Se recomienda no regar cuando está en floración.
- Humedad; una humedad ambiental moderada y una temperatura cálida favorece el crecimiento de la planta y el desarrollo de sus hojas.
Floración de la hoya carnosa
La flor de cera para dar sus hermosas inflorescencias debe presentar ciertas condiciones ambientales y del desarrollo de la planta en si tales como:
- El sistema de raíces debe estar consolidado y verse apretado. Solo así podemos asegurar que la planta ha arraigado bien y sus raíces tomaran los nutrientes necesarios para la planta
- Es necesario que reciba una buena dosis de irradiación solar pero nunca durante las horas de mayor incidencia del sol. Lo ideal es que este a la semi sombra.
- Es recomendable que para que ocurra la primera floración la planta este en una maceta pequeña de manera tal que las raíces se aprieten bien y se estimule la floración.
- A fin de suministrar los nutrientes necesarios para las flores es bueno abonar con un preparado rico en fosforo y nitrógeno.
Una característica bien interesante de esta planta es que puede florecer varias veces al año, entre primavera y verano regularmente, y sus flores permanecen un buen tiempo en la planta lo cual permite impregnar el ambiente de su especial aroma.
Como la hoya carnosa es una planta de modo de vida trepadora, debes trasplantarla cada 2 a 3 años a una maceta más grande para que pueda desarrollarse pues ella puede alcanzar hasta los 3 metros de altura. Eso si procede a trasplantarla cuando no esté en floración, preferiblemente en invierno, pues es muy delicada a los trasplantes.
Cómo podar la hoya carnosa
Generalmente tendemos a pensar que una vez que las flores se marchitan debemos podar la planta. En el caso de la hoya carnosa esto no es lo recomendable. Y es porque del pedúnculo de donde emergen las inflorescencias podrán emerger nuevas flores varias veces en el año, por lo que no debes podar las flores, solo déjalas caer y así tendrás nuevas flores en tu planta. Lo que sí puedes hacer es cortar las ramas secas o dañadas preferiblemente al inicio de la primavera.
Cuidados de la hoya carnosa
La flor de cera, como toda planta suculenta, es enemiga del exceso de riego por lo que este es el factor que más debes cuidar al cultivarla. Las temperaturas bajas y las corrientes de aire tampoco la favorecen y por esto debes estar atento a ello. Si la humedad o el ambiente no es cálido sino más bien muy frío y con corrientes de aire, sus hojas se resecaran y se caerán, perjudicando la planta. Sin embargo recuerda que es una planta que no requiere de mucho cuidado pero si de atención
Si deseas abonar la tierra hazlo en verano o durante la primavera, antes de la floración. No lo hagas en invierno porque la planta está en su periodo de descanso.
Cultivar hoya carnosa es muy gratificante pues es una planta que con cuidados mínimos nos ofrece unas hermosas y fragantes flores que embellecen nuestro jardín.